Lo primero es q tienen q rendir su corazón al Señor. Necesitan a Cristo. En el hogar, las puertas deben cerrarse al mundo de las tinieblas. Esas q abrimos en desobediencia. Si no ponemos a Cristo primero en el hogar y nuestra vida, el aceite no es diferencia.
El ungir no es un amuleto, es una representación dónde le damos autoridad al Espíritu Santo a manda El y en ello incluye Su Autoridad y su poder para proteger y para guardar y defender al Pueblo Santo.
Cuando el Espíritu Santo lleno a los discípulos, cuando se manifestó obrando sanidad y milagros fue en personas q habían dejado la vieja manera de vivir para consagrarse al Señor, Hechos 1:4-5
[4]En una de estas reuniones, El les ordenó que no se fueran de Yerushalayim, sino que esperaran a lo que el Padre había prometido y oyeron de El.
[5]Porque Yojanán acostumbraba sumergir a la gente en agua; pero en unos días: ¡Ustedes serán sumergidos en el Ruaj HaKodesh!.
Y recibiréis Poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo. Nosotros no somos quienes ordenamos a las potestades mantenerse lejos. Es el Poder del Espíritu Santo q ha venido sobre nosotros cuando nos rendimos a El; quien opera ese poder en nosotros conferido a La Iglesia en Efesios 1 por medio del Sacrificio de la Cruz. Sin rendición, sin ser Iglesia, lavada por la Sangre del Cordero no hay autoridad ninguna.
Así q NO. Una persona no creyente q no le sirve al Señor NO puede ungir. Lo hará pero no tiene el respaldo de la Palabra ni el Poder q viene del Espíritu Santo.
Por otro lado, inconversos llamando a pastores para ungir.
El pastor tiene la autoridad y lo q opera saldrá. La Presencia del Santo está con sus siervos y lo respaldará. Pero si en ese hogar, no han rendido su vida al Señor y abren puertas, al irse el pastor, si vuelven a abrir esas puertas y si siguen en una vida a espaldas de YHWH; entonces las tinieblas tienen permiso de entrar. Esas tinieblas regresan y traen consigo otros y la condición postrera es peor q la primera.
Así q entendamos q ungir, no es un amuleto. Es un acto de obediencia en una vida de personas rendidas al Eterno.
Hoy puede ser la diferencia en tu vida. Acepta a Cristo y ponle límites a las tinieblas. Rindete al Señor y permite q El sea tu Escudo, tu fortaleza, tu castillo fuerte, q sea quien te defiende, Sol de Justicia, tu libertador, tu protección.
P. Nany